Solo hemos tenido la trona un día, pero fue fácil de construir y se ve bien, divertida y atractiva (aunque mi esposa insiste en que el zorro sería más lindo sin boca). Es importante destacar que su primer uso fue para la "noche de espinacas", que se extendió por todas partes y tiñó todo de verde, excepto la silla, por supuesto. Le costó mucho, pero fue muy fácil de limpiar y limpiar, y los componentes también se soltaron para facilitar el lavado. ¡Definitivamente lo recomendaría!